Etiquetas

viernes, 28 de diciembre de 2012

                                                                               3


<< Camino por entre este pueblo y de tanto en tanto dejo caer unas palabras.
Pero no saben ni recoger ni conservar.
Se extrañan de que yo no haya venido a fustigar las pasiones y los vicios. ¡Y no he venido tampoco , por cierto, a prevenir contra los carteristas!

Se extrañan de que yo no esté dispuesto a aguzar su ingenio; ¡como si no sobrasen entre ellos los sutilizantes cuyas voces me suenan a rechinar de tiza en la pizarra!
Y cuando exclamo: "!Malditos sean todos vuestros demonios cobardes que quisieran gimotear y entrelazar las manos y adorar!", ellos exclaman: "Zaratustra es un hombre impío".
 
Y así exclaman en particular los que les predican resignación; - pero precisamente a ellos me gustra gruitarles al oído: ¡Sí! ¡yo soy Zaratustra, el impío!"

¡Vaya con esos predicadores de las resignación! Donde quiera que haya pequeñez y enfermedad y tiña, se agazapan cual piojos; y no los aplasto de puro asqueado.
 
Bien. He aquí mi prédica destinada a ellos: "Yo soy Zaratrustra, el impío, que proclama: ¿quién es más impío que yo, para que me imparta enseñanza?"
Yo soy Zaratustra, el impío: ¿dónde hay hombres como yo? Y son hombres como yo todos los que se dan a sí mismos su voluntad y repudian toda resignación.
Yo soy Zaratustra, el impío: guiso cualquier azar en mi olla; y sólo cuando en ella está a punto, lo acepto como alimento mío.
 
Y por cierto que más de un azar se presentó ante mí altivo y arrogante; pero más altiva y arrogante le habló mi voluntad - y helo aquí suplicando de rodillas;
 -suplicando que yo le ofreciera albergue y corazón y tratando de persuadirme con palabras insinuantes: "¡Mira, oh Zaratustra, que vengo como amigo!"
 
Pero, ¿a qué hablar allí donde nadie tiene mis oídos? Pregono, pues, a los cuatro vientos:
¡Os volvéis cada vez más pequeños, pequeña gente! ¡Vais menguando, satisfechos! Estáis en trance de parecer por vuestras muchas pequeñas virtudes, por vuestras muchas pequeñas abstenciones, por vuestra mucha pequeña resignación!
¡Demasiado considerada e indulgente es vustra tierra! ¡Mas para que un árbol crezca bien alto, ha de echar raíces duras en roca dura!
También lo que dejáis de hacer contribuye a tejer la tela de todo porvenir humano; también vuentra nada es una telaraña y una araña que se alimenta de la sangre del porvenir.
Y vuestro tomar semeja un hurtar, pequeños virtuosos; pero aun entre los bribones rige este código de honor: "Debe hurtarse únicamente cuando no se puede tomar".

!Ojalá renunciarais a toda voluntad a medias y os decidierais tanto a la pasividad como a la acción!
¡Ojalá entendierais mi enseñanza: "Haced lo que queráis - pero antes debéis ser hombres que pueden querer!
¡Amad al prójimo como a vosotros mismos - pero antes debéis ser hombres que se aman a sí mismos, -con el gran amor y el gran desprecio!"

 Así habla Zaratustra, el impío. Pero, ¿a qué hablar allí donde nadie tiene mis oídos? Aquí falta aún una hora para mi hora.
 
Soy mi propio precursor entre esta gente; mi propio canto del gallo por las callejas oscuras.
¡Pero llegará su hora! ¿Y llegará también la mía! De hora en hora se vuelven más pequeños, más pobres, más estériles - ¡vegetación pobre! ¡tierra pobre!
 
¡Y no tardarán en quedar convertidos en pasto reseco y estepa, y cansados de sí mismos - y ansiando, más que el agua, el fuego!
¡Oh, hora bendita del rayo! ¡ohn, secreto que precede al mediodía! Un día haré de ellos heraldos de lengua de fuego; - un día pregonarán con lengua de fuego: ¡Ya viene, ya está por llegar el gran mediodía!"

10 comentarios:

  1. La personificación misma de la soberbia

    ResponderEliminar
  2. Todo lo que es recto, altivo, soberbio, la belleza sobre todo, le hiere los ojos y los oídos.

    Dios ha eligido lo que es débil ante el mundo, lo que es insensato ante el mundo, lo que es innoble y despreciado(San Pablo).

    Dios en la cruz, ¿comprendeis ahora la terrible segunda intención que hay detrás de ese símbolo?
    Todo lo que padece, todo lo que está colgado de la cruz, es divino.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

      Eliminar
    2. Con nuestro propio Dios es con quien más deshonestos somos:¡a él no le es lícito pecar!

      El cristianismo lo ha infectado todo tambien la forma en la que hoy se ve la soberbia, tambien tu valoración sobre la soberbia al cristianismo solo le interesa lo debbil así sobrevive.

      Eliminar
    3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

      Eliminar
    4. Sobreviviendo en la resignación , bajo esa debilidad aparante, logran su fuerza. Pero, ¿hay debilidad en el sometimiento de tu ego a una fuerza que desconoces? ¿Fue debil el hijo de Abraham cuando decidió ofrecerse volutariamente a morir en esa prueba de fe? ¿Es de débiles la confianza?

      Eliminar
  3. you're in a laundryroom, you're in a laundry room,conclusion came to you

    ResponderEliminar
  4. ELAYYY YO SOY Zaratrustra, EL IMPIO
    ¡ELAAYYYYYY!

    este fragmento es brutal, tanto mas para su época

    pero precisamente a ellos me gusta gritarles al oído: ¡Sí! ¡yo soy Zaratustra, el impío!"

    ¡Vaya con esos predicadores de las resignación! Donde quiera que haya PEQUEÑEZ y ENFERMEDAD y TIÑA, se agazapan cual piojos; y no los aplasto de puro asqueado.

    Bien. He aquí mi prédica destinada a ellos: "Yo soy Zaratrustra, el impío, que proclama: ¿quién es más impío que yo, para que me imparta enseñanza?"
    Yo soy Zaratustra, el impío: ¿dónde hay hombres como yo? Y son hombres como yo todos los que se dan a sí mismos su voluntad y repudian toda resignación.
    Yo soy Zaratustra, el impío: guiso cualquier azar en mi olla; y sólo cuando en ella está a punto, lo acepto como alimento mío.

    ResponderEliminar
  5. postea la cancion o dime como se llama

    ¿la traducción de la frase como sería?

    ResponderEliminar