“―¿Ignoráis que en los mejores de nosotros hay cosas que
ninguna mano extraña puede atreverse a tocar? Cosas sagradas, por la
misma razón ―y no por otra― que de ellas puede decirse: esto es mío. ¿No
sabéis que los mejores de nosotros, los que merecen vivir, viven
únicamente para sí mismos? ¿Ignora usted que en cada uno de nosotros hay
algo que no puede tocar ningún Estado, ninguna colectividad, así esté
formada por millones de hombres?”
“―¿No comprende usted que no podemos sacrificar a millones de personas por el bien de unos pocos?
―Sí, pueden hacerlo y tienen que hacerlo, cuando estos pocos
son los mejores. Niegan a los mejores el derecho a llegar a las palancas
de mando y luego no quedará ninguno de ellos. ¿Qué son vuestras masas?
(…) ¿Qué es el pueblo, sino millones de pequeñas almas desoladas que no
tienen pensamientos propios, ni sueños profundos, ni voluntad? ¿Y para
éstos hay que sacrificar a los pocos que conocen la vida, que son la
vida? Detesto vuestros ideales, porque no conozco peor justicia que la
justicia para todos. Los hombres no han nacido iguales y no sé porque
hay que querer que lo sean”.
otro pensamiento que ya habia alcanzado
ResponderEliminarLa mayor de tres hermanas de una familia judía. Pensamiento elitista y de holocausto. ego ego y más ego
ResponderEliminarque pesao
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