Etiquetas

viernes, 8 de marzo de 2013

Lichtenberg

Él me desprecia porque no me conoce. Yo desprecio sus acusaciones porque me conozco.

Varias veces he sido censurado por faltas que mi censor no tuvo el ingenio ni la valentía de cometer.

He vuelto a comer todo lo que me está prohibido y, gracias a Dios, me encuentro tan mal como antes (no peor).

La invención más fácil para el hombre: el paraíso.

Cartas sobre la más reciente literatura: y le doy mil gracias a Dios de que me haya permitido volverme ateo.

En el mundo, los santos han logrado más en escultura que vivos.

Aforismos, Lichtenberg

No hay comentarios:

Publicar un comentario