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jueves, 12 de septiembre de 2013

minúsculos estados de ánimo

    Otra vez, otra vez esa sensación de verse envuelto en un manto áspero y amargo, de rutina
inarmónica y espesor mental. Ya se vuelve a repetir esa decadente necesidad a la indiferencia de un
mundo diferente. Cada mañana, la disolución interna de este sentimiento en llamas invita a la
contemplación silenciosa de un alma aturdida. El amanecer trae consigo su caricias, que ya no son
sorpresas y tampoco aportan vigor en esta ausencia de movimientos, en este dormido palacio
olvidado en la soledad de un desierto ausente.

    Se acabaron las búsquedas colectivas,el ejercicio de la aventura se origina en la formidable
disposición onírica, individual, de la imaginación, el ideal y el sentir la vida. Se destruye la ilusión
de la realidad con una fantasía absolutamente real. En un tiempo sin tiempo, en un lugar perdido
entre sueño y vigilia, en un cuerpo y un rostro irreconocibles, en espacios de infinitas posibilidades
y formas. Y se debate, entre el esfuerzo y la apatía, un hombre que viaja inspirado, dolido y
angustiado, insatisfecho consigo mismo, abatido y taciturno vagabundo de estaciones atmosféricas,
de ciclos indisolubles y eternos retornos, eternos y asfixiantes viajes de regreso a ningún lugar
conocido.

   Aluvión de formas e imágenes mueven el pensamiento y no es óbice para el ejercicio de la
razón, si no facilidad para el enredo. Confusa desviación usurpada por los males dominantes del
ego. La humilde vanidad duerme arropada por la imbecilidad, la inconsciente capacidad de la auto
crítica, de la auto contemplación y escucha de los adentros infravalorados. La poesía es el arma
subjetiva con la que uno se enfrenta a la realidad destructora que aflige ese mundo interior y al
mismo tiempo lo agita, le otorga un sentido movimiento.

( . . . )

un microcosmos sentado en una mesa de biblioteca

1 comentario:

  1. ayer pro primera vez en mi vida, pude contemplar mi rostro en un sueño

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