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jueves, 23 de mayo de 2013

Te creias que lo sabias, pero no era cierto

La influencia de la Luna

La astrología sigue siendo una superstición popular pese a un problema grave: no funciona. Es decir, no puede predecir nada ni puede describir la "personalidad" ni cualquier otro rasgo de nadie nacido bajo una u otra influencia astrológica.

Es una interesante forma de pensamiento mágico.

La luna afecta a los océanos, ciertamente, y de modo bastante impresionante como podemos ver si nos detenemos a disfrutar el ascenso o descenso de las mareas, así que lógicamente nos afecta a nosotros. Pues estamos hechos de agua, ¿no?

Pues no.

La Luna no afecta a los océanos por estar hechos de agua, sino porque tienen una gran masa. La gravedad es la medida de la interacción entre dos masas, y a gran distancia los objetos con menos masa, como los lagos pequeños o los estanques, no son preceptiblemente afectados por la masa de la Luna o del Sol (que también interviene en las mareas).

De hecho, las fuerzas de marea también afectan a los gases y a los sólidos, incluso pueden hacerlo de modo espectacular, como se calcula que ocurriría al aproximarse un objeto a un agujero negro: la diferencia de atracción gravitacional en sus distintos puntos lo estiraría en un proceso conocido como "espaguetificación".

Una persona de 80 kilos está formada por unos 48 litros de agua. ¿Si ponemos 48 litros de agua en una bañera (unos 7 cm de agua en una bañera de 125 cm de largo por 55 de ancho) veremos que tiene mareas? Pues no. El efecto de la atracción de la Luna sobre esa masa de agua es infinitesimalmente pequeño.

La atracción gravitacional de la Luna sobre una persona normal (con la Luna en el cenit) es de .00239 newtons. Menos de la cuarta parte de un gramo.

Pero esa misma persona está sujeta a la atracción gravitacional de la tierra, de la atmósfera, de los autobuses, de los edificios, de las demás personas a su alrededor, de los árboles y de todo, lo que anula esa minúscula atracción de la Luna. Si uno se pone de pie junto a la Torre Eiffel en París, ésta puede ejercer una atracción incluso mayor que la Luna. Pero las mujeres embarazadas no tienden a entrar en trabajo de parto al visitar la Torre Eiffel o edificios más masivos.

Fuente: http://charlatanes.blogspot.com.es/2013/05/la-influencia-de-la-luna.html

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