Describo lo que sucederá, lo que no podrá suceder de otra
manera: la llegada del nihilismo. Esta historia ya puede contarse ahora, porque la necesidad misma está aquí en acción.
Este futuro habla ya en cien signos; este destino se anuncia
por doquier; para esta música del porvenir ya están aguzadas
todas las orejas. Toda nuestra cultura europea se agita ya
desde hace tiempo, con una tensión torturadora, bajo una angustia que aumenta de década en década, como si se encaminara a una catástrofe; intranquila, violenta, atropellada, semejante a un torrente que quiere llegar cuanto antes a su fin, que ya no reflexiona, que teme reflexionar."
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